domingo, 20 de noviembre de 2011

Tintín, una vieja historieta renovada por computadores


Tintín junto a Astérix y Obelix fueron una especie de felicidad para muchos jóvenes y niños durante décadas. Los dos, de claro origen de los pueblos francos (Tintin es Belga, Asterix es Francés) fueron las aventuras para muchos de nosotros. Antes de esta proliferación de películas y programas de televisión, estas dos historietas eran los mundos imaginarios que recorrimos tanto en el humorístico imperio Romano de Uderzo y Goscinny (Creadores de Astérix) como el intrigante mundo de mediados de siglo XX de Hergé (el creador de Tintín).

Sin embargo en los esfuerzos de llevarlos al cine y a la televisión, las cosas nos han salido tan bie para los dos. Asterix contra los romanos de 1999 ha sido la más exitosa en taquilla pero destrozada en la crítica. Y Tintín, ni hablar. Se han realizado por lo menos cinco adaptaciones al cine con títulos tan inverosímiles como “Tintín y las Naranjas Azules”. Tanto era que el mismo Hergé decía que odiaba todas las versiones y que cuando comenzaron a comparar a principio de los años 80 a Tintín con el arqueólogo Indiana Jones, afirmó que el único que podía hacerle justicia a las aventuras del intrépido reportero era precisamente Steven Spielberg. El director de Tiburón y ET se tomó en serio el cumplido y 29 años después de comprar los derechos, decidió lanzar la primera película animada por computador de este famoso personaje y viene lanzando desde hace un mes por varios países del mundo “Las Aventuras de Tintin, el secreto del unicornio”. Y la verdad es que le quedó bien.

La película que no se amarra completamente al argumento del libro que le da el título a la película, sino que junta tres libros: el Secreto del Unicornio, el Cangrejo de las Pinzas de Oro y el Tesoro del Rackhman el Rojo. De hecho hace bastantes versiones libres sobre algunas cosas que en los libros son bastante claras como la representación alcoholizada por parte del capitán Haddock sobre la batalla entre su ancestro el almirante Haddoq y el mismísimo Rackham el Rojo. Pero cabe aclarar que es necesaria para poder contar la historia completa y este es uno de los detalles más interesantes de la producción de la película, los personajes aunque no guardan mucha similitud con los retratados en las historietas, lograron captar el alma de cada uno de los personajes y este es el primer mérito de Peter Jackson y Spielberg, hicieron algo nuevo sin robarle la esencia a Tintín.

Hablar de cine como interpretación dramática, historia y ese tipo de cosas es bastante difícil. A pesar que hay una actuación dirigida (Las impresiones del computador fueron tomadas de los actores Jamie Bell -Billy Elliot- y Andy Serkis el mismo que hizo de Gollum en el Señor de los Anillos), son muñecos de computador. La historia no es otra más que lo hecho por Hergé (y peca por ser un poco larga. Al final la aventura se vuelve extenuante para el espectador). Pero la animación es perfecta, en especial porque guarda todos los detalles y en esto hay que darle un mérito a Peter Jackson y su empresa WigNut, que se encargó de todo ese ensamble digital. Las texturas, las tomas, los paisajes, las armas, los carros, los edificios, Paris, la arena del Sahara, todo es como debe ser. Y este es el ánimo para pagar el tiquete, la primera película animada de Spielberg, junto a un gigante de la industria como Jackson. Crear a partir de un personaje que ya se inventó hace años sería una tarea irresponsable, así que hasta ahí puede llegar una crítica. Vale la pena verla, disfrutar, porque efectivamente Spielberg es el único que podía hacerle un homenaje justo a Tintín y se lo hace bien hecho.

Sin embargo, no es el Viaje de Chichiro, Wall-E o las Trillizas de Belleville, no es una obra de arte del cine hecho por ordenador. Es una buena historia de aventuras, con un personaje emblemático. Por ahora parte como favorita como mejor película animada para los Óscars.

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