No soy muy amante de Cerati post Soda. Pero ahora pongo el Ipod, modo aelatorio y arranca con “Amo dejarte así” uno de los tracks de Siempre es hoy, el tercer álbum de Cerati después de clausurar a Soda Stereo. Me gusta que haya empezado así este momento de escritura y me gusta más que mientras avanzo comience esa tonada única de Flaca de Andrés Calamaro. Y me gusta porque de quién voy a hablar esta sesión de “Kindle en Español: la conquista” es del gran Julio Cortázar “El argentino que se hizo querer de todos” según la desripción de Gabo y el único hombre al que permito que mi señora lleve una foto en su cartera.
![]() |
Las armas secretas es una recopilación publicada en 1959 |
En la versión Kindle, Cortázar tiene varios titulos. Rayuela, Bestiario, Historia de Cronopios y Famas. Todos ellos valen un lugar en este aparatico (al que ya le compramos protector) Todos ellos valen su peso en pesos. Uno, si se precia de ser lector y amar los libros, debe tener al menos la colección completa de los cuentos de Cortázar, pero no esos volúmenes pesados y sin alma que publicó alguna vez Alfaguara, sino libro por libro: Bestiario, Historia de cronopios y famas, Todos los fuegos el fuego, Octaedro, Alguien anda por ahí, Queremos tando a Glenda, Deshoras y él que es para mi su libro más bello: Las armas secretas. Y para mí, si uno quiere empezar a comprende la grandeza de la literatura latinoamericana que llega a su cima con Cien años de soledad y El aleph de Borges, debería empezar por este libro, donde las palabras, literalmente, viven, cantan.
Vibran
“Aprendizaje” de Sui Generis. Paro la escritura y le pongo cinco estrellas en el Ipod. Las armas secretas es un libro corto: son apenas cinco cuentos. Pero sin equivocarme, es el mejor libro de cuentos en español, solo disputable por La palabra del mudo del gran Julio Ramón Ribeyro. El libro comienza con una explosión en la cara: Cartas de mamá. Cuando lo leí por primera vez, sentí que la vida diaria, era posible en la literatura. Son esos pequeños anzuelos que de vez en cuando nos tiran los genios de la literatura a los aspirantes a escritores (que terminamos, tristemente en muchos casos, en felices lectores) de que podemos ser como ellos. Este cuento es así. Es tan sencillo, pero a la vez tan efectivo que uno no puede encontrar los rastros de la carpintería. Es una novela de Corin Tellado hecho máxima literatura. Este es uno de esos cuentos que yo recomiendo para recorridos largos. Cuando se termina es como cuando se acaba un postre delicioso que se antojaba eterno. Su lectura no lleva más de media hora -creo-, pero cuando se acaba, cuando Cortázar pone punto final, uno se queda con la sensación de que para uno el viaje no ha terminado. A pesar del frenazo en seco, del nock out, las llantas continúan chirriando contra el asfalto. La caída sobre la lona es en cámara lenta.
Pero lo bueno de eso es que quedan cuatro cuentos más. Y sobre todo, queda El Perseguidor, el mejor cuento en español en mi humilde opinión. De este relato se han dichos tantas cosas, que escribir algo es redundar. Para mí Cortázar no escribe aquí, compone, crea un track de jazz inolvidable. Alguna vez, mientras caminaba en una estación del metro de Londres y me encontré de frente con un saxofonista, pensé en el cuento, pensé que este hombre era Julio o Bruno que se habían encontrado el instrumento que Johnny dejó tantas veces debajo de una silla de algún metro del mundo. Eso, cuando la literatura llega a convertirse en un recuerdo propio, es magia. Y eso lo logran pocos maestros.
![]() |
Julio Cortázar, "el argentino que se hacía querer de todos" |
Pero allí no se acaba este libro grandioso. Después llega las Babas del Diablo. Este es un cuento difícil. Es el Otoño del Patriarca de Cortázar, después de su obra maestra, viene algo totalmente opuesto, otra narración, otra historia. Otro nivel del tiempo. Y es en este cuento donde Cortázar deja de escribir para empezar a componer. Dicen los especialistas que Las babas del diablo trata de la fotografía. Bueno, de hecho trata de un fotográfo. Yo pienso, en cambio, que es una canción. Una canción continua, sin coros ni repeticiones. Una canción que empieza como un cuento de los Hermanos Grimm y termina en la misma altura literaria del monólogo de Molly Bloom que sirve de epílogo a Ulises. Que empieza como una melodía de Veloso y termina en una descarga al mejor estilo de Ray Barreto en Acid. Explosivo.
Quedan por supuesto otros dos cuentos geniales: Los buenos servicios y el cuento que le da el título al libro, Las armas secretas, este último casi un ensayo de lo que leeríamos después en Rayuela. Pues bien, Las armas secretas está en Kindle y es un libro que bien vale la pena tener para leer en el metro, día por día, cuento por cuento, con la esa seducción que solo las palabras trabajadas por el gran Julio Cortázar podía lograr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario